El valor de la vida


Antes el asunto de los bebés no deseados los romanos lo resolvían dejándolos abandonados en un basurero y los griegos en la colina del Lycabetos; esto no era un crimen legal ni moral. Ahora gracias a la ciencia el asunto se resuelve desde la barriga. Fíjense: si un bebé viene deforme o discapacitado, sin un brazo o con síndrome de Down y se aborta; es lo mismo que matar a un inválido o a un anciano enfermo de Alzheimer. Decir que está bien que una madre aborte un bebé porque no lo puede mantener, es lo mismo que decir que está bien matar a un inválido o a un anciano porque ya no se lo puede mantener y cuidar; o que está bien que se asesinen a los niños de la calle porque nadie los puede o los quiere mantener. Esas cosas se llaman eugenesia. La lógica, el sentimiento y la causa son las mismas que en el infanticidio de la antigua Roma y Grecia: si no queremos a alguien, lo matamos. Pero además, ¿y cuántos no hay que después que nacen es que se descubrió o desarrolló su discapacidad o enfermedad? ¿Tenemos derecho a matarlos?
Las liberales opinan que si alguien cree que abortar es asesinato, pues que no lo haga, pero que respete el criterio de los demás que piensan que eso no es asesinar y que nadie puede obligarlas a traer una vida al mundo. Debemos entonces respetar también el criterio de aquellas mujeres que han cometido infanticidio, debido a que no querían o no podían mantener al bebé. Es su bebé, es su objeto, depende totalmente de ella; ella lo alimenta, ella le dio vida y ella se lo puede quitar y nadie puede obligarlas a mantener un bebé, ¿verdad?

También debemos respetar el criterio de aquellos cuidadores de ancianos que han decidido unilateralmente acabar con el sufrimiento de las personas a su cargo.

También decimos que si una mujer es violada y embarazada, ella tiene derecho a matar al bebé porque no lo desea. ¿Tenemos derecho a matar a quien no deseamos? ¿Tiene la vida humana tan poco valor? ¿Por qué no puede dar el bebé en adopción en vez de matarlo?

Amanda Berry, la chica que estuvo diez años secuestrada y violada dentro de una casa en Cleveland, y donde dio a luz a una niña; ¿acaso ella tiene ahora el derecho de matar a la niña porque ella no la deseaba?

Si fuera por los abortistas, muchísima gente valiosa se hubiera perdido; como el tenor Andrea Bocelli. A su madre católica le ofrecieron abortar, porque su bebé nacería con discapacidades; pero ella se negó, y Bocelli nació con glaucoma genético, lo que le provocó la pérdida de la vista a los 12 años. Gracias a que su madre no lo abortó, hoy día podemos disfrutar de magníficas y sublimes composiciones como “Vivo Por Ella” (por la música) entre muchas otras. También la cantante Celine Dion se salvó de ser abortada. A su madre católica un sacerdote la convenció de no abortar: “Le dijo a ella que no tenía el derecho de ir en contra de la naturaleza. Tengo que admitirlo, debo mi vida a ese sacerdote”. Steve Jobs, fundador de Apple Computers, también se salvó de ser abortado, ya que este fue dado en adopción al momento de nacer. Si el aborto en Estados Unidos hubiera sido legal en aquella época (fue ilegal hasta 1973), las computadoras como hoy las conocemos, con mouse e interfaz gráfica, jamás hubieran existido.


Hay que disfrutar los momentos de la vida siempre que podamos, pero la vida puede cambiarle a uno rápidamente y por eso es que hay que estar preparados mentalmente para momentos difíciles. Disfrutar ahora, pero estar bien conscientes de que la vida nos puede cambiar para mal en cualquier momento; y si así lo hacemos, podremos afrontar mejor los imprevistos de la vida y al mismo tiempo apreciar y disfrutar más el presente y esos momentos o momenticos de la vida. La vida es sufrimiento, pero gracias al sufrimiento se aprende individualmente y en colectivo, y cualquier sufrimiento que tengamos es breve en relaciona a la eternidad.

Nosotros no somos quienes para decidir quien se va y quien se queda. La vida es sagrada. El sufrimiento y la imperfección forman parte de este mundo y son las cosas que nos hacen mejorar. Si tuviéramos un mundo uniforme y eugenésico como querían los nazis, el mundo no avanzara con la velocidad con que avanza ahora. Se necesita lo imperfecto para seguir avanzando.

Ahora bien, mucha gente se cuestiona por qué son los países más avanzados los que tienen las leyes más flexibles en contra del aborto. Pues bien, sucede que mientras más avanzado y rico sea un país, más se deshumaniza. Y fue por eso mismo que en Alemania pudo prosperar una fuerza tan macabra como el nazismo. Alemania era en la segunda mitad siglo XIX y principios del siglo XX, la nación cultural y científicamente más avanzada del planeta. Los más grandes filósofos, científicos y músicos casi todos eran Alemanes. Leibniz, Kant, Hegel, Nietzche (filósofos); Marx, Engels, Weber (Sociólogos); Diesel, Benz, Planck, Einstein, Heisenberg, Fahrenheit, Rontgen (científicos); Beethoven (músico).

Los nazis soñaban con una raza pura, promovían la esterilización de los “defectuosos”. No querían ni inválidos, ni idiotas, ni cualquiera que fuera más débil. Mediante el programa Aktion T4 los nazis asesinaron entre 200-275 mil niños y adultos enfermos o discapacitados considerados como una carga económica y un impedimento para el futuro de Alemania y la raza.

Sí, fue en esa nación tan avanzada culturalmente, la misma que había declarado que Dios había muerto y que la religión era el opio del pueblo, fue en esa misma nación donde prosperaron esas ideas eugenésicas.
Y si todavía les cuesta ver la relación aborto-eugenesia, bastaría decir que la fundadora de Planned Parenthood, la principal organización abortista del mundo, era una racista y eugenista, que despreciaba a los negros, enfermos y débiles. Margaret Sanger, catalogada todavía por su institución como una “heroína”, escribió que: “En nuestra caridad, nuestros actos de compensación, nuestras pensiones, hospitales, e incluso nuestro drenaje y aparatos sanitarios tienden a mantener vivo el enfermo y el débil, se les permite propagarse y, a su vez producir una raza de degenerados” (Birth Control Review, diciembre de 1917, página 8 ). "Lo más misericordioso que una familia grande puede hacer por uno de sus miembros más pequeños es matarlo" (La mujer y la nueva raza, capítulo V). “Debemos mantener cerradas las puertas para evitar la entrada de ciertos extranjeros cuya condición se sabe es perjudicial para la raza, como los débiles de mente, idiotas, retrasados, locos, sifilíticos, epilépticos, criminales, prostitutas profesionales y otros de esa clase” (Birth Control Review, abril de 1932, página 106).
El razonamiento de fondo de los abortistas es el mismo del de Sanger: si no queremos a alguien porque no lo podemos mantener o porque es disfuncional, lo matamos.

Pero si creen que no es una cosa del siglo XXI, lean dos citas de articulistas destacados del periódico El Mundo de España:

“Este tipo de gente averiada (los abortistas) alza la voz histérica cada vez que se plantea la posibilidad de diseñar hijos más inteligentes, más sanos y mejores. Por el contrario ellos tratan impunemente de imponernos su particular diseño eugenésico: hijos tontos, enfermos y peores”. Arcadi Espada.

“Opiniones multitudinarias aparte, pretender que poco importa que el hijo que va a venir vaya tener graves malformaciones y que por tanto no se justifica el aborto aunque sea en las primera semanas del embarazo, no es una cuestión ideológica sino de otro orden ¿político tal vez? Y que sea el señor Ruiz Gallardón el que tenga que decidir si una mujer ha de dar a luz un MONSTRUO todavía me parece más aberrante sobre todo por ser ministro de un gobierno que nos está dejando sin ayudas para casos graves de atención en el hogar, que suprime instituciones que podrían paliar la tragedia de un hogar con un hijo en esas condiciones”. Rosa Regás

Aquellos que se autocatalogan “progresistas” y “modernistas” no tienen la verdad absoluta. Recuerden que fueron los del Partido Demócrata de Estados Unidos, tanto del sur como del norte (Peace Democrats o Copperheads), los que se opusieron a la abolición de la esclavitud y los del Partido Republicano los que la favorecían. El Partido Republicano fue fundado en 1854 por fanáticos religiosos que ni bebían ni bailaban, con el único propósito de abolir la esclavitud y llevaron al país a una guerra de medio millón muertos (sin contar civiles) nada más para eso. Para los demócratas los negros eran seres inferiores y estúpidos.
Fueron los más religiosos los que siempre se opusieron a la esclavitud: Antonio de Montesinos, Bartolomé de las Casas; Antonio Vieira, etc. Bartolomé de las Casas fue uno de los precursores del derecho internacional moderno y de los derechos humanos. Su obra: “Brevísima Relación de la Destrucción de las Indias” está considerado como el primer informe moderno de violaciones de derechos humanos.

Bartolomé de las Casas logró que en 1542 la Corona Española promulgara las “Leyes Nuevas”. En ellas se eliminaba el sistema de encomiendas y se prohibía la esclavitud de los indios. Blasco Núñez Vela, virrey del Perú, intentó aplicar estas leyes, provocando una rebelión de los encomenderos y que muriera asesinado. Tres años después, las encomiendas y la esclavitud fueron restablecidas.

Bartolomé de las Casas, al igual que Lincoln, luchó con todas sus fuerzas en contra de la esclavitud, pero las circunstancias eran muy diferentes. Los sistemas económicos precapitalistas-preindustriales eran demasiados dependientes de la esclavitud como para abolirla.

Los “Intelectuales” de izquierda en Estados Unidos (denominados “progresistas” desde principios del siglo XX) abrazaron la esclavitud hasta la guerra civil, abrazaron la eugenesia hasta la segunda guerra mundial, y siempre han mostrado su desprecio por la vida. Así que los seculares que se miren en un espejo y reflexionen.










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