Excesos de libertades y derechos



Si seguimos con esto de la tolerancia con la “diversidad sexual”, las próximas generaciones serán bisexuales u homosexuales como lo fueron los griegos. La expansión de las relaciones sentimentales y sexuales entre personas del mismo sexo será el tiro de gracia que rematará a nuestra sociedad en el futuro. La población decrecerá; y las ETS, especialmente el SIDA, se desbordarán, al igual que los gastos en sus tratamientos médicos, y en definitiva, los sistemas de seguridad social colapsarán.

Todo en exceso hace daño, incluso el exceso de libertad y el exceso de derechos. Decía Gandhi que la gente siempre tiende a recordar sus derechos pero a olvidar deberes. Exigimos buenas pensiones, buena seguridad social, exigimos muchos derechos, pero no queremos cumplir con nuestros deberes, no queremos tener dos hijos para por lo menos renovar la sociedad, para mantener la pirámide demográfica necesaria para sostener al sistema de seguridad social, o incluso no queremos tener ningún hijo; y bueno, si yo nací mujer y me da la gana de no ser mujer, pues eso está bien.

Queremos liberarnos de la ley natural, de los deberes que nos corresponden por naturaleza y de toda obligación y responsabilidad. Alguien dirá que no eligió nacer hombre o mujer, pero tampoco uno eligió nacer y criarse en tal país, y eso no nos exime de obligaciones morales con esa sociedad, como pagar impuestos, votar, entre otros deberes. Así como tampoco uno no eligió nacer en tal familia, lo cual tampoco nos exime de obligaciones para con nuestros familiares.

Un día nos vamos a arrepentir de haber echado a la basura todos los valores culturales que nos han llevado a tanto éxito económico y moderno, de haber desculturizado nuestra sociedad.

El que quiera taparse los ojos y oídos, no pensar en el futuro, sino solo en el presente, que lo haga; pero algún día, todo estos excesos de libertades y derechos nos pasarán factura. 


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