Jesús sí fue un moralista


Jesús cuando estableció la doctrina moral sobre el matrimonio, lejos de flexibilizarla, lo que hizo fue endurecerla. La ley mosaica permitía divorciarse por cualquier motivo, y además permitía la poligamia. Jesús instituye una doctrina moral sumamente estricta para los estándares de aquella época (no solo para el pueblo hebreo, sino para todo el mundo): un matrimonio monogámico indisoluble, tanto así, que incluso los mismos discípulos le ripostaron que si tal era el caso, mejor convenía no casarse (Mateo 19:3-12).    

Ahora bien, se argumenta que porque Jesús abolió un montón de leyes moralistas de los fariseos, este era un amoralista. Esto no es del todo cierto. Jesús lo que hizo fue abolir las leyes mosaicas, las cuales eran un código civil y penal de 614 leyes que regulaba la vida civil del pueblo hebreo. Estas leyes ya no tenían vigencia en los años de Jesús, fueron abolidas por los romanos. Por ejemplo, los judíos estaban prohibidos a ejecutar personas, solo los romanos podían enjuiciar a una persona y bajo su propia ley penal, aunque muchos judíos lo hacían fuera de la ley romana. Jesús lo que hace es que valida la autoridad civil de los romanos (aprobando el pago de impuestos a estos) e invalida la antigua ley. Desde ese momento, los judíos que aceptaron el mensaje de Jesús, se sometían a las leyes de cada región a donde iban.

Todos los países necesitan un código civil y penal para regular la convivencia, por ejemplo, el Código Civil Dominicano tiene 2,280 leyes y el Código Penal 487. Pero debido a que el mensaje de Jesús debía abarcar todas las naciones, lógicamente había que abandonar todas las leyes mosaicas. Ahora se trataba de un mensaje universal, que necesitaba una doctrina moral universal, es decir, que se pueda aplicar a todas las naciones y culturas, por ello Jesús estableció leyes morales generales que se pudieran aplicar a multitud de circunstancias que se presenten, como las de “amar al prójimo como a ti mismo”, pero también, y es lo que no quieren reconocer muchas personas, estableció doctrinas morales específicas, como la del matrimonio.

Jesús revolucionó con su doctrina moral sobre el matrimonio, que no fue una cosa pequeña, sino que fue algo central de su evangelio. Fue muy claro y fuerte al respecto. Fueron Jesús y sus seguidores quienes impusieron el matrimonio monogámico e indisoluble en nuestra cultura. Si dejamos a un lado la enseñanza de Cristo sobre el matrimonio, pues entonces ya dejaremos de ser cristianos (seguidores de Cristo) y seremos otra cosa pero no cristianos. Mientras nos llamemos cristianos, no podemos hacer otra cosa que seguir las enseñanzas de Cristo.


Jesús también fue misericordioso; no hay contradicción, es una paradoja (contradicción aparente), perdonó a la adultera, pero le dijo: “vete y no peques más”. Ella estaba consciente de que había hecho mal, se arrepintió de su pecado y estaba dispuesta a no pecar más. Jesús fue misericordioso, pero sin dejar de establecer normas morales.